Primera
meditación en Plaza San Martín
Y si lo admiramos tanto es solo
Porque impasible, desdeña destruirnos.
Todo ángel es terrible
Rilke.
Porque impasible, desdeña destruirnos.
Todo ángel es terrible
Rilke.
se vuelve un orate completo,
así
la musa en cuerpo humano, es comprobado, destruye a los hombres.
Quien dice que ama a la musa parte de un falso supuesto:
a la verdad no se le ama, pues es condición de esta que nos perturbe. Por eso ya no puedo
mirar a los ojos
a la muchacha bonita de Plaza San Martín.
Y quise huir hacia otros lados
con mi teoría
a matar el amor como se debe
con mi teoría
a resolver pulsiones como se debe
(como decia Vallejo, a simplificar el corazón)
con mi teoría
a morir como se debe
Hacemos, eso sí, teoría, para matar a la verdad (le petit mort)
Es indigno por sobre todo atrapar a la musa con palabras
comparado solamente a las ofensas de los antiguos
como todo lo real es puro movimiento
a los hombres
que tenemos este arcaico reto de rechazar nuestra histeria
no nos hace nada bien
mirar a los ojos
a la muchacha bonita de Plaza San Martín.
No hay comentarios:
Publicar un comentario