jueves, 23 de agosto de 2012

Versos varios, sonidos tontos


Cae el ocaso sobre las piernas peludas
Que buscan confundirse en el pasaje frondoso
Yo vuelvo a tu mirada distinta y me pregunto
Si realmente me miras
O si soy tan solo un objeto inerte
En ese horizonte lejano que inunda tus ojos
¿Será que no puedo mirarte a los ojos sin creer que jugamos a escondernos el uno del otro?
Tu voz es melancolía en los trazos que dibujan estas manos,
Estas manos que sólo anhelan ser una extensión intrínseca,
Un enmarañado de gentes, genes y sálivas varias,
Un vómito alcohólico que se desangra en estas líneas
En esta perfección negada
Porque esta alma ya no es mía ni suya 
La he entregado a las sombras movedizas de tus manifestaciones
El origen de las cosas, la llegada del deseo 
Todo se rompe en la carne 
Que magia la que impera en estos retazos tristes,
En las caras que caminan y pasan de largo,
Y caen al abismo una y otra vez,
En las sonrisas desdibujadas por el miedo,
Por tu miedo y por el mío
Y por el mismo miedo hoy muero
En el deleite de la noche plena

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